Una carta...
¡Bendición!
¡Feliz cumpleaños, mi reina! Un día como hoy hubieras cumplido 88 primaveras. Increíble ¿no? ¡Hoy te hubiéramos celebrado! Hubiéramos comido en los chinos pues era tu comida predilecta. Te hubiéramos comprado un cheesecake para cantarte feliz, feliz en tu día... hubiéramos brindado con un White Russian, y después un café prieto bien dulce para terminar. ¡Nos hubiéramos abrazado, hubiéramos llorado y nos hubiéramos dicho lo mucho que nos amamos! Obvio que así no fue... hace 8 años te me fuiste. Hace ocho años Diosito lindo te llamo y yo me quede sola, perdida y vacía. Un vacío ondo, oscuro, y solitario. Un vacío del cual a sido difícil de salir. Eras mi mano derecha, mi paño de lágrimas, mi mejor amiga. De que tuvimos nuestros momentos difíciles, obvio y más cuando éramos tan parecidas en genio y corazón. Podríamos decir que idénticas! Pero siempre, siempre, siempre fuimos tú y yo. Tengo claro que al saber de mi existir dejaste de ser mujer para ser mamá. Tengo claro que yo pasé a ser el centro de tu vida. Tu corazón. Tengo claro que por mi, dejaste a tu familia, tu tierra y tu gente para buscar un mejor porvenir para las dos pero más por mi. Tengo claro que trabajaste hasta haciendo piezas de aviones para poder proveer para mi. Me acuerdo cuando llegabas con las manos todas cortadas por las piezas y yo con mis 4 o 5 años de edad te las trataba de curar con cremita y amor. Tengo claro que te graduaste de la universidad a la edad de 52 años, cuando yo tenia 10, y tus palabras a mi fueron, si yo lo hice, tú lo harás mejor. Tengo claro lo difícil que fue aceptar mi matrimonio con Víctor y mi bebe. Tengo claro que llegaste a amar a Víctor igual o más que a mi. Tengo claro que fuiste la abuela ejemplar. Tengo claro que ir a mi graduación de la universidad, aunque tarde, cumplió tu sueño. Te acuerdas que en el nebuleo de tu enfermedad pensaste que me estaba graduando de la Universidad de Puerto Rico y no de Elms? Ja! No te corregí porque estabas feliz! Tengo claro que luchaste, te fajaste y te dedicaste por mi y para mi. Tengo claro que te fuiste por El. Si hubiera sido por ti estuvieras sentada al lado mío ahora mismo y no estuviera escribiendo esta carta. Tengo claro que estás mejor allá.
Con todo esto dicho, te extraño. Ay mamita hermosa como te extraño... extraño tu cara, tu voz, tu calor, y hasta tu olor. Esa esencia que supura amor y calor de madre. Eso olor peculiar que es único de una madre. Mi madre. Ridícula yo que guardo tu cepillo de pelo para a veces olfatearlo a ver si todavía queda un poco de ti por ahí, ¿ y sabes que? ¡Si! Todavía huele a ti. Extraño tus consejos. Que falta me hacen! Ya no te tengo para confiar en ti y entender por ti. Extraño tus regaños, tus halagos, y vamos a ser honestas, hasta tus insultos. Si! Hasta esos me hacen falta! Se que lo hacías por amor. Te busco en todos lados. A veces te veo en la sonrisa de un estudiante o de un paciente. A veces te oigo en la voz de Normari o en las ocurrencias de Jangel. A veces te siento en los abrazos de Mis tías, tus hermanos, y mis primos. A veces te siento en los momentos cuando más sola me siento... en los abrazos de Víctor y en la brisa de nuestra isla cuando estoy allá. Ay Ma, hoy, en este tu día, te digo que te amo. Te pido perdón por las veces que te he fallado... te doy gracias por haber entregado todo por mi, y te prometo tratar de ser la mejor yo posible pues se que soy un reflejo de ti. Espero que lo pasaras de show. Te imagino sentada al lado de Cantinflas mientras Carlos Gardel te canta una serenata y Frida te pregunta por mi. Dile que es mi alma gemela! Espero que por lo menos un “crab Rangoon” te comieras en mi nombre. Besos y abrazos siempre, mi reina y dile a Dios que me debe una.
Tu porotita,
Olguita
Comments
Post a Comment