Nómada en Puerto Rico: Dia cuatro!
Buenos días,
Arecibo! Hoy es un hermoso día para ir al campo y respirar aire fresco y puro. Vámonos!!!
Salimos rumbo a Castañer con tres chicos, una joven y dos primas que son como
hermanas. Hablamos por el camino, encontramos un gigante dormido nuevo, y le
explicamos a los chicos que titi sabia guiar y no nos íbamos a ir por ningún
barranco. Fue un viaje de dos horas que con el cuchichear de los chicos y las
conversaciones de dos hermanas, pasaron rápido. Cuando llegamos a la casa y
entramos por las rejas mi tía no me reconoció. Tuve que hablar para que ella se
diera cuenta quien yo era.
Tan pronto se dio cuenta me dice, “mi bebe llego”,
me derrumbe… La abrasé tan fuerte y con tanta emoción que ella empezó a orar.
Si, lo que yo necesitaba, oración. Su olor, su calor, su abrazo, y su voz
tumbaron lo poquito que quedaba de mi pared de acero. Derrumbo el poquito de
coraje que quedaba en mi corazón al sufrir tanto en los últimos años. Mi titi
Norma Pin (como mami me enseño a decirle) supo como ayudarme abrir mi corazón
el poquito que le quedaba cerrado. Cuan grande es el amor de Cristo y como
escoge a quien usar para ayudar a quien todavía anda un poco perdido. Al
saludar a tío Pin sentí una gran paz. El es el padre que Dios me dio. El es el
que supo decir presente cuando el que me engendro no. Al abrazarlo y poder
respirar su olor de Old Spice con sudor de campo me sentí completa. Llegar a
Castañer es llegar a casa. Aquí fue donde llegue cuando nací y aquí es donde
mas cerca de mami me siento. Tan pronto salude, abrase, y bese me fui a caminar.
Camine
el camino por donde aprendí a caminar, a confiar en los adultos, y donde
aprendí a confiar en mi. Camine las calles que camine de la mano de mami. Es
curioso que cuando camino sola, nadie sabe quien soy… Todo el mundo me saluda
pero nadie me reconoce… Ahora, si anduviera de la mano de mi mami todo el
barrio saldría a saludar y a preguntar, <<¿Cómo estas Olga?>> Como
son las cosas. Aproveche el tiempo sola para reflexionar y pensar en muchas
cosas. Tome fotos, llore y hasta me reí pensando en las aventuras que tuve en
mi barrio cuando era chica. Sentada en los bancos de la cancha de baloncesto
(Que ya no existe) tuve mi primer beso. Caminando por los pasillos de la
iglesia de los hermanos le aguante la mano por primera vez a un chico. Tan
inocente y tan hermosos los momentos vividos en mi bello Castañer. Al regresar
a la casa almorzamos y nos fuimos a ver a mama!
Mama es la mujer que lleno el vació
de abuela en mi corazón. Ella es la mama de titi Norma y de mi tío Tito. Tiene
92 años y está como coco! Pasamos la tarde con ella y a la misma vez pude
disfrutar el campo con mis sobrinos. Les enseñe como sabe la flor de malta y
cuan importante es disfrutar de la naturaleza. Al llegar el atardecer llego la
hora de partir de nuevo para Arecibo.
Salimos de casa de mama para llegar a
casa de tío Pin y luego arrancar para la ciudad pero sin primero irnos de “coquí
hunting”. Si, jure no irme de Puerto Rico sin primero ver un coquí! Wow! Volví
a ser niña otra vez Que mucho me reí y gocé la caza! Lo único fue que Carmin no
me dejo tocarlo… Entiendo el por que, pero como ser humano me quede con las ganas
de tener un coquí en mis manos. Siempre me comparo con los coquíes ya que
aunque viva en los EEUU soy boricua de corazón y no creo que pudiera sobrevivir
sin volver a mi isla de vez en cuando. Pero bueno, por lo menos lo vi y le pude
sacar fotos. De ahí partimos para Arecibo otra vez. Las despedidas siempre son
triste y está mas pues a mi siempre se me hace difícil despedirme de mis seres
queridos. Con lagrimas en los ojos y un corazón torcido le di un beso a mis
tíos y nos fuimos. Que mucho los amo y que mucho goce recordando y reviviendo
los momentos mas bellos de mi niñez… Solo faltaste tú, mama…
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